¿Tienes una lesión y quieres saber que tienes? Tenemos la solución, con una ecografía músculo-esquelética podemos ahorrarte muchos dolores de cabeza
Pero, ¿qué podemos ver con una ecografía?
Con la ecografía, valoramos las (moyas), es decir las partes blandas (tendón, músculo, bursa, ligamento, grasa, nervios periféricos, vasos sanguíneos y cortical ósea)
Es decir, podríamos ver si tienes un tendón afectado o inflamado, una articulación inflamada, una fractura o fisura, una bursitis, una rotura o desgarro muscular y mucho más.
¿Y en qué se diferencia respecto a otros aparatos diagnósticos?
Además el fisioterapeuta la utilizará dentro de tu examen, permitiéndole, en tiempo real y de forma comparativa, evaluar de forma objetiva el tejido lesionado y con ello realizar un tratamiento de forma precisa, efectiva y segura. También le permite valorar la evolución de dicha lesión, logrando así una mejor relación en el coste-efectividad de las intervenciones.
Además, es una herramienta guía en intervenciones mínimamente invasivas como son la Electrolisis Percutánea (EPI) para el tratamiento de la tendinopatías, la punción seca en el síndrome de dolor miofascial, asi como el tratamiento a nivel neurológico con la neuromodulación.